TIENE EN SU CESTA DE LA COMPRA
En total 0,00 €
El aprendizaje del lenguaje se realiza normalmente gracias a la interacción comunicativa entre un niño o una niña y un entorno que le habla, a partir de unas aptitudes cognitivas y fisiológicas que determinan el ritmo de desarrollo. Esa interacción es suficiente y necesaria para que se realice en toda su extensión. Existen casos de retrasos o ausencias del habla y/o del lenguaje. En estos casos cabe programar una intervención específica: la intervención logopédica. Dicha intervención debe intentar recuperar el retraso o corregir los defectos. Para ello, previa o paralelamente, es necesario realizar un trabajo de estimulación y aprendizaje específico de elementos aislados. Para motivar a los niños, los reeducadores pueden buscar una estimulación paralela utilizándolos como un juego. Su uso es simple y ofrece muchas variantes. Proponemos, como ejemplo, el siguiente: Cada jugador recibe una lámina grande, las fichas sueltas, previamente cortadas por la línea de puntos indicada, se mezclan y se colocan boca abajo en el centro de la mesa. Por turno cada jugador levanta una tarjeta. Para poder ganar la ficha, el jugador debe denominar la imagen de la foto y, para poder colocarla en la lámina, debe inventarse una frase con el nombre del objeto que ha levantado. Gana quien complete antes su lámina.